Sandra Seeling

“La muerte de mi padre cambió mis emociones para siempre”

Actriz casi por accidente (con 14 años acompañó a un amigo a un casting y al final acabaron dándole un papel a ella), Sandra Seeling Lipski (Berlín, 1983) quiso presentar un cortometraje en la isla. Pero se dio cuenta de que aquí no había ningún festival de cine. Así que decidió fundar uno, el Evolution Mallorca International Film Festival, que en otoño cumple su undécima edición.

¿Por qué decidiste ser actriz?

Siempre he sido muy extrovertida y me encantaba bailar en casa musicales como Cats. Bailaba y cantaba cada día. Con 14 años acompañé a un casting a un amigo. Por casualidad, la encargada del reparto me dio una hoja y me dijo “toma, lee esto”. Lo leí y me dieron el papel.


A partir de ese instante cambió tu vida.

Sí, empecé a rodar la serie alemana Mallorca: buscando el paraíso. Desde entonces supe que ese era mi camino. Al principio tuve que llegar a un acuerdo con mis padres, que me dejaron trabajar con la condición de seguir estudiando.


Poco después llegó la muerte de tu padre.

Cuando mi padre murió mis emociones cambiaron para siempre. Es un dolor latente, una cicatriz que nunca sanará. Aún hoy hay muchos momentos en los que pienso que ojalá estuviese aquí para que pudiera sentirse orgulloso de mí. Todavía sigo batallando sobre la disyuntiva de a quién quiero hacer feliz, si a mi padre o a mí.


Más tarde te escogieron para estudiar en la academia Lee Strasberg Theatre Institute de Nueva York.

Sí, quería estudiar interpretación en un centro reconocido. Llegué justo después del atentado de las Torres Gemelas, alquilé una habitación en la zona de Queens. Cada vez que quería ir a la academia tenía que ir en tren y metro, y por dos veces me intentaron robar el bolso. Lo estiraron y yo no lo solté, sentía que no debía hacerlo no solo por el hecho de perder lo que llevaba dentro, sino porque era como una metáfora de que podía desenvolverme en un mundo hostil, que la aventura de Nueva York iba a salir bien.


Luego te surgió una oportunidad en Los Ángeles.

Justo un día después de acabar las clases firmé un contrato con un agente y me empezó a ir bien. Trabajé en películas como Spider-man, y en series como CSI Nueva York. Aunque si tengo que escoger un proyecto, en el que más he aprendido es en Bruno, de Sacha Baron Cohen.


La desaceleración de la industria en 2010 te llevó a explorar nuevos caminos.

Era un momento en el que necesitaba dar el salto profesional, pero cómo la industria se paralizó decidí contar mis propias historias. Empecé con un cortometraje, y luego vino otro, y otro más. Hasta que mi marido, que es director de fotografía, me dijo que debía dar un paso atrás e ir a una escuela o universidad donde pudiera aprender a dirigir.


En 2012 fundaste el Evolution Mallorca International Film Festival. ¿Qué te llevó a tomar esa decisión?

Sucedió porque quería presentar alguno de mis cortometrajes aquí, en Mallorca. Lo comenté con mis amigos, Magda y Pau, y me dijeron que aquí no había ningún festival de cine. Inmediatamente les dije que yo quería crear uno, y ellos me ayudaron.


¿Con qué objetivo nació el Festival?

La idea principal era unir a diferentes personas de diferentes culturas. Yo nací en Berlín, viví en Mallorca y en Nueva York, y ahora vivo entre Los Ángeles y Mallorca. Por eso quise crear un espacio donde todos nos pudiéramos encontrar y celebrar nuestras vidas como artistas.


Entre medias, el nacimiento de tu hija supuso un punto de inflexión en tu vida.

Siendo madre he aprendido a ser más paciente, a darme cuenta de que todo tiene sus tiempos. Antes quería [...]


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