Teresa Matas

Recuerdos presentes

Bar Bosch.
Es Forn de Pla de na Tesa. Fotografía: Tarek Serraj.

Cuando Teresa Matas (Tortosa, 1947) empezó a dedicarse a la pintura, lo hizo sin limitarse a un lienzo. Buscó durante semanas la ropa sobre la que quería coser y aportar su visión de la naturaleza y la mujer que se ha hecho a sí misma.

Dicen que su estilo es conceptual e incluso impresionista. Cuando sus hijos le preguntaban “mamá, ¿qué haces?”, ella les respondía que no tenía ni idea. “Siempre he hecho lo que me ha salido de adentro, porque al crear siento libertad”. Hoy sigue teniendo la misma curiosidad, las mismas ganas de expresarse y la misma necesidad de sacar lo que lleva adentro que cuando era niña.

Entre sus rincones favoritos de Palma, muchos de ellos ya han desaparecido, “por eso ahora ya no salgo tanto”. Le gusta desayunar en su casa. Para celebrar un día especial va a comer a Cala Canta, un restaurante de Ciudad Jardín con una bonita vista sobre el mar. Si por la tarde tuviera que tomar algo, pediría una leche merengada en el Bar Bosch “porque es la que más se parece a la que tomaba de niña. Cerca de la iglesia de Sant Felipe Neri, mis padres y yo íbamos a una lechería donde montaban la nata, un recuerdo que aún perdura en mi memoria, pero no el sabor, pues ese sabor ya no es el mismo”.

Al menos una vez por semana acude a Es Forn de Pla de na Tesa a comprar pan de xeixa y algún dulce. No solo por el sabor, sino también porque recuerda la felicidad que le dio ese lugar. “Antes de ir a pintar a mi estudio, que estaba en Es Pla de Na Tesa, tenía que hacer ese camino. Ir a día de hoy me sigue dando paz”.

Para desconectar de su mundo y conectar con la naturaleza le encanta el pueblo de Orient “porque es pequeño, está cerca de la montaña y hay pocos habitantes”. Antes, con sus hijos, iba algunos fines de semana al Hotel Punta Rotja, en Son Servera, ya que “el trato es bueno, está alejado de todo y se puede pasear sin ver a mucha gente”. Como en su playa preferida, la de Alcanada.

El cine es una de sus aficiones, “cuando tenía ocho o nueve años acudía con mi hermano a las salas que antes había en [...]


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Bar Bosch.
Es Forn de Pla de na Tesa. Fotografía: Tarek Serraj.
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