Guillem Bestard
Memoria de Palma
El fotógrafo Guillem Bestard (Pollensa, 1881-1969) dejó un legado de imágenes en blanco y negro que muestran la belleza pura de una Palma todavía reconocible pero bastante cambiada a día de hoy.
fotografía Guillem Bestard
Guillem Bestard creció en un pequeño hostal de Pollensa en el que pernoctaban pintores, escritores e intelectuales españoles. Fue en ese lugar donde descubrió la fotografía gracias a un turista alemán que le enseñó a revelar, a elegir la luz y a encuadrar. Con el tiempo se convirtió en una de las figuras más importantes en los inicios de la fotografía en Mallorca.
Para Bestard la fotografía fue su pasión, su afición y hasta su religión. Su manera de mirar, interpretar y entender el mundo. En sus imágenes se percibe su humanidad y admiración por todo aquello que observa.
En un local contiguo al hostal familiar, el fotógrafo mallorquín montó su estudio en el que retrató a familias, niños y parejas. Con una iluminación cenital creada a partir de una claraboya regulada con una tela, en una habitación sencilla con una silla, un banco rústico o un taburete, personas llegadas de todos los pueblos de Mallorca hacían cola para posar frente al objetivo de Bestard.
Premiado en la Exposición Universal de París el año 1900, sus fotografías muestran una técnica muy trabajada con un ojo artístico educado durante años. La prestigiosa revista The National Geographic Magazine lo contrató y sus paisajes de Mallorca pudieron ser vistos y admirados en el mundo entero.
Guillem Bestard fotografió los inicios del turismo y dio testimonio de los oficios, las tradiciones y los acontecimientos de la isla, incluyendo una Palma que iba cambiando y evolucionando para siempre.
Frente a su objetivo también posaron artistas reconocidos como [...]
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