Biel Huguet

“Si me hubieran contado esta historia hace 20 años, no me la hubiese creído”

La emblemática empresa de baldosas hidráulicas, fundada hace 85 años, no solo supo aguantar el embate que acabó con casi toda su competencia en los años 60, sino que hoy sus productos son demandados por algunos de los arquitectos y diseñadores más importantes del mundo.

Mi abuelo montó la fábrica Huguet con un socio en Campos, en 1933. El mundo de la baldosa hidráulica en Mallorca era muy típico por aquel entonces, había más de un centenar de fábricas como la nuestra repartidas por toda la isla. En cada pueblo fabricaban sus piezas, era algo muy común. Hasta que en los años 60, con la ola del boom turístico, una tras otra, empezaron a cerrar. 


Mi padre era quien llevaba la empresa en aquellos difíciles años. Decidió dejar a un lado el tema de las baldosas y se centró en el cemento, en las viguetas y los bloques, que era lo que tenía realmente salida en aquel tiempo. Yo era niño y todavía recuerdo el olor del cemento y a mi padre, muy serio, trabajando allí. Fue él quien me transmitió el rigor con el que hoy seguimos haciendo las cosas.


Ya en los años 90, estudiando arquitectura técnica en Barcelona, viví de cerca el movimiento que clamaba por la rehabilitación del modernismo, todo el tema de Gaudí y otros edificios de la ciudad Condal. Fue entonces cuando hablé con mi padre y le dije: ‘tenemos que recuperar el mosaico hidráulico’. Me escuchó y empezó a hacer pruebas mientras yo terminaba la carrera. Pero, entonces, mi padre falleció.


La verdad es que yo no tenía intención de regresar, me gustaba la vida que tenía en Barcelona y posteriormente en Londres. Pero dentro de mí seguía tirándome el tema del hidráulico, me hacía ilusión recuperar este producto tradicional y con tanto carácter. Y así fue como me convertí en fabricante de baldosas. Aquella idea inicial de recuperar la arquitectura tradicional ha ido evolucionando, y hoy en día creamos baldosas contemporáneas que llegan a todas partes del mundo.


De la baldosa hidráulica atrae principalmente su textura, su historia, la técnica manual, además de ser un material sostenible que envejece muy bien. Un día la diseñadora de moda Sybilla se puso en contacto con nosotros y nos propuso hacer una colección. Poco después los prestigiosos arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron construían el Edificio Fórum en Barcelona (2004) y nos pidieron que hiciéramos algo especial en hidráulico para su proyecto. 


También el arquitecto Alberto Lievore, Premio Nacional de Arquitectura, se hizo una casa en Mallorca y contó con nosotros. Así fue como fuimos creciendo. Si me hubieran contado esta historia hace veinte años, no me la hubiese creído.


Ha habido otros proyectos clave que nos han dado mucha repercusión, como el restaurante Jaleo del chef José Andrés, en Washington, un establecimiento en el que comía de vez en cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama. También colaboramos en la construcción de la filarmónica de Szczecin, en Polonia, galardonada en los premios Mies Van der Rohe como el mejor edificio en 2015.


La clave ha sido todo el aprendizaje que hemos ido acumulando a la vez que íbamos recuperando técnicas de hace un siglo, y también nuestra [...]


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