BEGUDES PUIG
Cuando tomar un refresco era una fiesta
La crisis global de hace un siglo, que desembocaría en el famoso crack del 29, no solo afectó a los inversores de Wall Street. En Mallorca, a miles de kilómetros de Nueva York, los hermanos Puig Puigserver tuvieron que cerrar su fábrica de calzado debido a la nueva coyuntura económica. Separaron sus caminos, y en 1927 Julià Puig decidió probar fortuna como fabricante y distribuidor de refrescos, sifones y gaseosas en Llucmajor. Un siglo después, la famosa pinya y otras bebidas de la marca Puig siguen formando parte de las reuniones familiares en la isla.
texto C.M.M.
fotografía Archivo Begudes Puig, Íñigo Vega





“Para hacer sifones, mi bisabuelo tenía que cubrirse la cara con una máscara y las manos con guantes, pues tenían tanta presión que la botella de cristal podía explotar en cualquier momento”, cuenta Julià Puig Miquel, bisnieto del fundador y miembro de la cuarta generación familiar al frente de la empresa. En aquella época, y todavía hoy, era una tradición tomar palo con sifón, el vermut típico de Mallorca, antes de las comidas.
Inmersos en la actual sociedad de la abundancia hoy puede sonar extraño, pero por aquel entonces tomar un refresco era un motivo de alegría, una ocasión especial para celebrar. “Muchas familias solo tomaban refrescos los domingos, día en que rompían con la monotonía de beber agua. Además [...]
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