10 pueblos de Mallorca con encanto
La Serra de Tramuntana acoge entre sus cimas y valles algunos de los pueblos más bonitos de la isla. Si bien en todos los puntos encontramos hermosos lugares en Mallorca llenos de historia, en los que poder escapar de la rutina y hallar un poco de paz interior.
1. Valldemossa
Frédéric Chopin, pianista y compositor, y la escritora George Sand pasaron el invierno de 1838 en la Cartuja de Valldemossa. Este pueblo de la Serra de Tramuntana es probablemente el más conocido fuera de la isla, por la belleza de su conjunto y su paisaje. Sus estrechas calles peatonales y casas de piedra están adornadas con coloristas macetas de flores y azulejos que homenajean a la Santa del pueblo, Catalina Tomás.
No te pierdas: Su especialidad gastronómica, la coca de patata, después de haber asistido a un concierto de piano en la Cartuja de Valldemossa, y visitado la celda de Chopin.
2. Deià
Deià es uno de los pueblos más bellos y pintorescos de la isla, también en la Serra de Tramuntana. Sus estrechas calles de piedra inspiran a perderse entre las hermosas casas del pueblo y la rica vegetación mediterránea. Personajes como el Archiduque Luis Salvador de Austria, el escritor inglés Robert Graves o el pintor norteamericano William Waldren se vieron seducidos por su encanto, fijando en Deià su residencia.
No te pierdas: La puesta de sol desde el mirador de Na Foradada, una visita a la mágica Cala Deià y otra al cementerio, en lo alto del pueblo.
3. Sóller
Rodeado por un valle de naranjos, Sóller es un pueblo tranquilo, de imponentes casas señoriales y palacios con una gran influencia estética francesa. Para llegar hasta este pueblo, un buen plan es coger el artesanal tren de Sóller, cuyos vagones de madera salen desde la estación de la Plaza de España, en Palma de Mallorca, y que recorren los mismos raíles desde hace más de un siglo.
No te pierdas: Bajar en tranvía hasta el Puerto de Sóller y degustar las características y deliciosas gambas de Sóller.
4. Esporles
A tan sólo 15 minutos de Palma, Esporles es un remanso de paz. Un torrente atraviesa el pueblo de punta a punta, entre las casas rústicas construidas a ambos lados del mismo. Su paseo central, lleno de cafés y restaurantes con aroma a pueblo, se ha convertido en uno de los puntos ineludibles cuando se viaja a Mallorca.
No te pierdas: Un paseo por el pueblo, una visita a la histórica Granja de Esporles y un baño en Es Port des Canonge.
5. Banyalbufar
Tras discurrir por serpenteantes carreteras cruzando la Serra de Tramuntana, los característicos e inmensos bancales que bajan escalonadamente hasta el mar, nos avisan de que estamos llegando a Banyalbufar. Este pueblo históricamente pesquero conserva una torre que servía para proteger a la población de los piratas, la Torre de Es Verger, convertida hoy en un mirador de espectaculares vistas al horizonte.
No te pierdas: Un baño en la pequeña y virgen cala del pueblo al atardecer.
6. Orient
Apenas una veintena de centenarias casas de piedra componen el núcleo urbano de Orient, con sus grandes pendientes escalonadas y su vibrante festival de naturaleza en Mallorca. En el único restaurante del pueblo se pueden degustar sabrosos platos tradicionales de Mallorca junto a su chimenea.
No te pierdas: Una excursión siguiendo el torrente de Coanegra hasta la cascada de Es Freus.
7. Betlem
Ubicado en una de las zonas costeras menos explotadas turísticamente de Mallorca, la del noroeste, en Betlem todo es naturaleza, tranquilidad, aguas limpias y calas salvajes. Un pequeño pueblo que conserva casi intacta la esencia de su pasado pescador.
No te pierdas: Un chapuzón en Cala Clara.
8. Capdepera
Por sobre algunas de las playas más espectaculares de Mallorca, como Cala Mesquida, Cala Gat o Canyamel, se alza el Castillo de Capdepera con su muralla del siglo XIV, desde la que se puede ver la isla de Menorca en los días claros. El rey Jaime II, primer monarca de Mallorca, mandó construir el Castillo de Capderpera durante la época de ataques piratas.
No te pierdas: El mercado medieval que se celebra cada año en el mes de mayo.
9. Pollensa
Uno de los municipios con una mayor riqueza histórica de la isla es Pollensa, situado al noroeste de Mallorca. Alberga algunos de los vestigios romanos mejor conservados de la isla, como el Teatro Romano de Pollensa. Cada año recrea la popular batalla de “moros y cristianos”, rememorando el fuerte ataque que recibió Pollensa en el año 1550, en la que participan habitantes y visitantes del pueblo.
No te pierdas: La reserva de s’Albufereta, una visita al Faro de Formentor y un baño en la Playa de Formentor.
10. Alcudia
Durante la época romana, Alcudia, situada al norte de Mallorca, conocida como Pollentia, fue la capital de la isla. El buen estado de sus murallas de Alcudia es un reclamo para los turistas, que además visitan cada martes y domingo su conocido mercadillo.
No te pierdas: las playas de arena fina y aguas transparentes como Es Mal Pas, y la ciudad romana de Pollentia.